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  Manuel Piar
 


Manuel Piar

Hasta la Independencia

Manuel Piar

General en Jefe Manuel Carlos Piar
Pablo W. Hernández
Óleo sobre tela 130, 2 x 98 cm, Fecha en investigación

Nace en Willemstad (Curazao) el 28.4.1774.
Muere en Angostura (Edo. Bolívar) el 16.10.1817.

General en Jefe de los ejércitos de Venezuela en la Guerra de Independencia. Pese a su hondo sentido patriota, en alguna medida representó el resentimiento que sentía la casta de los "pardos" (a la cual pertenecía) por la sociedad mantuana; lo cual alcanzó su máxima expresión en la rivalidad que sostuvo con Bolívar. Hijo de una mulata holandesa de nombre María Isabel, fue bautizado en una iglesia de Santa Ana (Edo. Bolívar) el 28 de abril de 1774, bajo los nombres de Manuel María Francisco. Se presume que su padre fue el marino mercante Fernando Piar Lottyn. Tuvo dos hermanos: Felipe y Juan. Contrajo nupcias con María Martha Boom, el 8 de abril de 1798 en Willemstad. En torno a su origen se tejió una leyenda que lo hacía provenir de la unión secreta entre un príncipe de la Casa Braganza de Portugal, y una mantuana caraqueña de la familia Jerez Aristeguieta. De procedencia humilde y perteneciente a la casta de los "pardos", debió formarse dentro de las limitaciones impuestas por la sociedad colonial. Autodidacta, adquirió una sólida cultura y llegó a dominar varias lenguas: holandés, español, francés, inglés, papiamento de su isla natal, el patois o creole de Haití, y el guinés, lengua africana hablada en Curazao entre los esclavos.

A sus tempranos 23 años, participó en La Guaira en la llamada conspiración de Gual y España, debelada en julio de 1797. En enero de 1807 se halla en Haití, integrando el proceso revolucionario de esa isla y comandando un buque de guerra. Su experiencia militar e inclinación por la libertad, lo hacen ponerse al servicio de la Independencia de Venezuela luego de los sucesos del 19 de abril de 1810, iniciando su carrera en la Armada. El 26 de marzo de 1812 participa en la batalla naval de Sorondo, librada en aguas del Orinoco. Junto a los cuadros dirigentes de las provincias orientales, y como consecuencia de la capitulación del general Francisco de Miranda (1812), se refugia en la isla de Trinidad. Posteriormente, con el grado de coronel, es uno de los firmantes del Acta de Chacachacare y de los integrantes de la expedición libertadora que desembarca en Güiria (enero de 1813). El 20 de marzo de 1813 defiende Maturín ante el ataque del gobernador de la provincia de Cumaná, Lorenzo Fernández de la Hoz; el 11 de abril del asedio de los comandantes realistas Remigio Bobadilla y Antonio Zuazola; y por último, el 25 de mayo de los intentos del general Domingo Monteverde. Liberado el oriente del país de las fuerzas españolas, regresa a su vida de marino y organiza la primera escuadrilla de Venezuela, con la cual derrota a los buques enemigos entre Puerto Francés y Chuspa (18.11.1813) y establece el bloqueo de Puerto Cabello, en combinación con el sitio impuesto por el Libertador.

El 16 de octubre de 1814 fue derrotado por las tropas de José Tomás Boves, en la sabana de El Salado, frente a Cumaná. En 1816 triunfa sobre Francisco Tomás Morales en la batalla de El Juncal (27 de septiembre). De allí emprende la marcha hacia Guayana para dar comienzo a las operaciones de liberación de aquella provincia. A principios de 1817 puso sitio a la ciudad de Angostura. El 11 de abril de ese año vence al brigadier Miguel de la Torre y Pando, en la batalla de San Félix o Chirica.


Batalla de San Félix

El 8 de mayo de 1817 acepta Piar los postulados del Congreso de Cariaco, los cuales planteaban la eliminación de la Jefatura única del Libertador y lo enfrentaban a éste. Como consecuencia de esto, fue privado del mando de las tropas por orden de Bolívar; por lo que decidió solicitar su retiro del ejército (con el grado de General en Jefe), que le fue concedido el 30 de junio de 1817.


Casa Piar en Ciudad Bolívar, donde estuvo preso antes de ser ejecutado.

Finalmente, es apresado en Aragua de Maturín el 28 de septiembre de 1817, acusado de recorrer los campos militares buscando poner a las tropas en contra de la dirección blanca y mantuana; siendo conducido al cuartel general de Angostura, donde fue sometido a juicio. El Consejo de Guerra que se le formó, estaba integrado por el almirante Luis Brión (presidente); los generales de brigada Pedro León Torres y José Antonio Anzoátegui; los tenientes coroneles Judas Tadeo Piñango y Francisco Conde (vocales). El general de brigada Carlos Soublette fue el acusador y el teniente coronel Fernando Galindo el defensor. El 15 de octubre de ese mismo año, el Consejo de Guerra sentenció al general Piar a la pena capital por los delitos de insubordinación, deserción, sedición y conspiración. Simón Bolívar, confirmó la sentencia sin degradación. El 16 de octubre de 1817 fue fusilado el General en Jefe Manuel Piar, frente al muro del costado Occidental de la catedral de Angostura e inhumado en el cementerio de El Cardonal.


Muro donde fue fusilado Piar en Ciudad Bolívar


Fusilamiento de Piar



“La vida, la obra y la muerte de Manuel María Francisco Piar Gómez, están signadas por el fatalismo. En vida del héroe, se encargaron sus adversarios de negar su obra, y el hecho de su muerte, a ciento sesenta años de distancia (hoy 194), aún aparece indescifrable. Sus panegiristas, empeñados en reivindicar su nombre, lo hicieron siempre en detrimento de otros héroes de la gesta. Los papeles para reconstruir fundamentales episodios de su acontecer, fueron en buena parte destruidos, y los salvados del fuego, sufrieron la mutilación y la adulteración producto de un fuego pasional no menos destructor. No pudo ser casual, para citar un ejemplo, el hecho de que el expediente del proceso que lo llevó al patíbulo se desapareciera por sesenta años”. (Asdrúbal González en MANUEL PIAR.)
Con este párrafo, inicia el prólogo de la primera edición Asdrúbal González, de su libro MANUEL PIAR, de Abril de 1977. Pero en el prólogo de la segunda edición escribe refiriéndose al libro “Quienes hayan seguido de cerca la vida en muerte de Manuel Piar, tendrán que concluir, dándoles méritos a esta biografía, que tuvo entre otras virtudes la de cambiar una opinión dudosa o negativa, ciento sesenta años sostenida en torno a tan fundamental personaje de nuestra historia”
El autor de este segundo artículo del tema DOS HEROES VÍCTIMAS DE SIMÓN BOLIVAR EL LIBERTADOR, segunda parte y última, se permite discrepar del escritor Asdrúbal González, sin restarle ningún mérito a sus libros, pero es que no ha cambiado nada su versión, sin duda producto de una seria y amplísima investigación realizada, pero en contra posición pudiéramos decir que una historia novelada de Francisco Herrera Luque, “CAUDILLO DE DOS COLORES”, no sólo cambió la opinión de los venezolanos que de alguna referencia conocían esa parte hermosa de nuestra Historia, hermosa por sus hechos que nos legaron la independencia de Venezuela y de otros países. Lo que pasa es que Bolívar fue un hombre de carne y hueso con ventajas de origen, de fortuna y de la virtud del convencimiento de seres humanos, por lo general escasos de criterio, más allá del de obedecer. Eso lo podemos deducir del Juicio a Manuel Piar, ordenado por EL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR, mediante decreto, ordenanza o no sé qué cosa, mediante la cual se dirige a los pueblos de Venezuela pero particularmente al extenso grupo de militares de altísima graduación. Copio… “Ciudadanos. La más grande aflicción que puede sobrevenir al ánimo de un magistrado, es aquella que lo obliga a emplear la Espada de la justicia contra un ciudadano que fue benemérito de la Patria. Yo denuncio a la faz de la nación el crimen más atroz que ha podido cometer un hombre contra la sociedad, el Gobierno y la Patria. El General Piar es el autor execrable de este fatal delito… (El crimen está aún por conocerse)
No hubo nadie que dijera una palabra en defensa del héroe, más allá del murmullo de la tropa que sí sabía de lo que se trataba con este juicio.
¿Cuál es el delito? Es un largo documento, de lo que extraigo esta deliberada acusación que llevó al General en Jefe Manuel Piar, a quien llamaban “El primogénito de la Victoria”, “El nunca jamás vencido”, “El terror de los españoles” entre otras frases elogiosas de los venezolanos, que de entonces le manifestaban afecto y admiración por sus ejecutorias. El 27 de Septiembre de 1816 derrotó en El Juncal, entre Barcelona y Puerto Píritu al general español Francisco Tomás Morales, decretando la liberación de la Provincia de Barcelona, en la que obtuvo el grado de General en Jefe otorgado, como caso único en nuestra historia concedido por su propio Ejército y que un par de meses después fue reconocido por El Libertador. En esa batalla lo acompañaron entre otros los Tenientes Coroneles José Antonio Anzoátegui y Pedro León Torres que fueron ascendidos al grado de Coronel. De allí Piar decide que es el momento de liberar a Guayana, estaba convencido como muchos militares de entonces, menos El Libertador, de que sin Guayana liberada no habría independencia en Venezuela. Inició los preparativos, el 3 de Octubre convocó en Barcelona una Junta de Guerra en la que expuso su proyecto sobre Guayana, hizo reconocer de nuevo con el carácter de Jefe Supremo a El Libertador, al que envió un delegado a Haití para que lo invitara a regresar a Venezuela y arrancó con su Ejército hacia la ribera Norte del Orinoco, tras un periplo amplio en escalas para incorporar hombres y bastimento; su obsesión era Guayana, donde había todo lo necesario para continuar una guerra interminable con España, que aún tenía parte de un ejército formal traído por Murillo en 1915 de 12.000 hombres. El General Piar fue a atravesar el Orinoco cerca de la desembocadura del Rio Cuchivero, más allá de Parmana, antes de aproximarse a Caicara del Orinoco. ¿Porqué tan lejos? me preguntaba cuando leía el Diario de Operaciones de Piar. Porque había que comenzar el deslave por el paso del Río Caura en Maripa último bastión importante y el 31 de Diciembre de ese año 1816, del lado Oeste de ese paso escribió su proclama al pueblo guayanés, de la cual muestro el párrafo inicial:
Manuel Piar, General de División Etc.
A los habitantes de la Provincia de Guayana
Llegó al fin el término que la Providencia asignó a vuestro sufrimiento. Un ejército fuerte, conducido por la Victoria, dirige sus marchas triunfantes sobre vuestra capital. Su objeto es auxiliaros, para que desprendidos de la bárbara dominación española, entréis a ocupar el rango en la sociedad y a disfrutar con vuestros hermanos de Cumaná, Barcelona, Caracas, y Barinas de los deliciosos placeres de la libertad….
El 1º de Enero de 1817 Maripa amaneció en manos del Ejército venezolano. De allí el siguiente objetivo era la ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar.
Piar llegó a Angostura el 12 de Enero en persecución del General español Zerruti, donde los españoles se habían acorralado en esa ciudad, a la que Piar entró por el Oeste de Perro Seco, una barriada muy popular y por el Sur, estableciendo el sitio a la ciudad luego de un largo combate con los españoles, fue el sitio más dramático de la guerra de independencia, según el decir de los propios españoles que llevaron en su huida a las Islas del Caribe. El 12 de Abril derrotó el Ejército de Piar al General Miguel de la Torre en la gloriosa batalla de San Félix, poniendo fin a la dominación española en Guayana. Bueno es mencionar que al final triunfante de la batalla, entre otros ascensos, los coroneles José Antonio Anzoátegui y Pedro León Torres obtuvieron el grado de General de manos de Piar.
*Hacía mucho tiempo que Piar había reconocido a Bolívar como Jefe Supremo, y así en Haití como en Margarita, como en Barcelona tras la jornada de El Juncal, como en Río Claro y en Guayana había ratificado la lealtad y dádole mil testimonios de respeto y subordinación, hasta el punto de haber sido el único caudillo con fuerza de mando que para fines de marzo de 1817 le quedara fiel y le llamara insistentemente a ponerse al frente de las operaciones de guerra. (Tavera Acosta – Anales de Guayana)
Simón Bolívar le impugnaba a Piar su expedición sobre el Orinoco y Piar le respondía:
“Las ventajas que nos ofrece esta provincia libre son incalculables. Los inmensos caudales de los españoles en ella nos proporcionan los medios para adquirir de los extranjeros elementos militares. Su situación nos da un asilo seguro y la moral pura de sus habitantes, no corrompidos todavía, nos permite la organización de un ejército fuerte y valeroso, capaz si V. E. viene a Guayana, de liberar la República……” /Tavera Acosta)
Comienza la destrucción de Manuel Piar
El 2 de Mayo de 1817 Bolívar llega al campamento “El Juncal” de Piar a ponerse al frente de las operaciones militares como se lo había pedido este General, el 6 de Mayo reorganizó el ejército, y lo dividió en dos cuerpos, una división la puso al mando de José Francisco Bermúdez, enemigo de Piar desde 1813 y la otra la puso a sus inmediatas órdenes. Tomó varias decisiones ese día. Por razones facilísimas de comprender Piar había dispuesto asegurar en el convento de Caruachi a aquellos Frailes que ejercían gran influencia en los pueblos de las Misiones y había considerado estéril pasarlos por las armas, sin duda no aprobaba tan violenta medida.
Entiendo que es difícil de creer que El Libertador, deliberadamente haya destruido el prestigioso ejército creado por Piar para la liberación de Guayana, antes de que este objetivo concluyera. La Mitad de su Ejército entregado al quizás único enemigo peligroso de Piar, que en seguida comienza a conspirar contra este para sacarlo del juego. La otra mitad del Ejército piarista lo puso Simón Bolívar a su propio mando y le ofreció al general desposeído, ir a ocuparse de las Misiones del Sur, a criar vacas. En Upata se instaló al siguiente día Piar obedeciendo esa orden ofensiva a más de impía.
Ese mismo día 6 de Mayo designa Bolívar al Coronel Jacinto Lara para hacerse cargo de la Compañía designada por Piar en el pueblo de Caruachi, donde 40 Frailes de la región esperaban allí detenidos, por su destino, algunos huyeron hacia España, el resto fueron llevados el día 7 a la orilla del Caroní donde fueron fusilados, produciéndose la primera censura de Piar por tan descabellado acto criminal.
El 15 de Julio el General español Miguel de la Torre, ante la hambruna de los efectivos militares españoles en Junta de Oficiales y civiles notables se decidió abandonar la ciudad de Angostura, con estas palabras concluyó el Sitio de la ciudad, “Si tuviéramos comida, con hombres como vosotros resistiríamos por España hasta vencer pero contra un hambre de cuatro meses no hay héroes”. El 17 de Julio abandonaron la ciudad de Angostura el Ejército español y su población civil.

FUSILAMIENTO DEL GENERAL MANUEL PIAR
Alguna vez el doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa afirmó que lo de Piar fue un asesinato.
La situación de Piar en Upata era insostenible, sólo su personalidad de hombre valiente y de General en Jefe con 12 años de servicio, desde la llegada Venezuela de su congenere como víctima de Simón Bolívar, el generalísimo Francisco de Miranda quien lo designó Alférez de Navío.Había logrado a punta de ganar 12 batallas, y una en El Salado quedó sin decisión, le hacían imposible continuar en el Ejército por lo que pidió a El Libertador su baja y un pasaporte para salir del país. El 30 de Junio le es concedida con este documento:
 
SIMÓN BOLIVAR
Jefe Supremo de la República de Venezuela
Concedo libre y seguro pasaporte al Excmo. General en Jefe Manuel Piar, para que pase al lugar que tenga a bien en el territorio de la República o para el extranjero y que en el buque que le acomode pueda trasladarse a las colonias extranjeras; por tanto ordeno y mando a las autoridades sujetas a la República y a las neutrales y amigos ruego y encargo, le presten los auxilios que necesite, quedando nosotros hacerlo con los de su nación. Dado firmado de mi mano, sellado, refrendado por el Secretario de Guerra en el Cuartel general de San Miguel, a 30 de Junio de 1817. BOLIVAR (L.S) J. G. PEREZ Secretario de Guerra.
El 20 de Julio escribe Bermúdez a Bolívar algunas referencias de oficiales; José Manuel Olivares y José Francisco Sánchez sobre PIAR y una supuesta rebelión, con la petición de que se le suspendiera el Pasaporte y que fuera llamado al cuartel. Del árbol caído todos hacen leña, pudiera decirse. El 26 recibe Bermúdez la orden de detención de Piar y su remisión a Casacoima. De esto fue avisado Piar por su edecán Jorge Melean en momento en que llegaba a Angostura ya de retirada luego de algunas gestiones en la ciudad, pero decide de inmediato pasar el Orinoco hacia La Soledad.
Piar pasó el Orinoco y se fue directo a Aragua de Maturín donde dos meses después fue detenido por una comisión comandada por Manuel Cedeño y el más alevoso de sus enemigos Juan Francisco Sánchez. Regresó entonces a Angostura el 3 de Octubre sometido a juicio por un Concejo de Guerra, SIMON BOLIVAR se cuidó de que la mayoría del Consejo de Guerra fueran amigos del reo Manuel Piar y quedó integrado por: Almirante Luis Brión, como Presidente del Consejo de Guerra, paisano y compañero de lucha por la independencia de Venezuela, marinos los dos desde sus juventudes. Generales; Pedro León Torres y José Antonio Anzoátegui, oficiales del ejército de Manuel Piar ascendidos por él luego de las batallas; de El Juncal a Coronel y de San Félix a General. Coronel José Ucros, Teniente Coronel Judas Piñango y Teniente Coronel Francisco Conde, Juez Fiscal el General Carlos Soublette y Secretario José Ignacio Pulido. El defensor del acusado Manuel Piar, designado por él, fue el Teniente Coronel de la Orden de los Libertadores, del Ejército y Ayudante, del Estado Mayor. Ni siquiera este era su amigo peri hizo una defensa ejemplar. El juicio a Manuel Piar se celebra en Angostura desde el 3 de Octubre de 1817 y termino el día 15 con la sentencia “de ser pasado por las armas, Su Excelencia el General Manuel Piar, dada por el Consejo de Guerra y aprobada por S.E. El Jefe Supremo”
El 16 de Octubre de 1817 a las 05:00 de la tarde fue llevado a la Plaza Mayor de Angostura y ubicado frente a la Pared lateral oeste de la Iglesia Catedral de Ciudad Bolívar fue ejecutada la sentencia de fusilamiento. Su postura ante ese crimen atroz fue de una altivez expectante.
El Juicio al General Piar ha sido calificado entre muchos otros términos como un GENOCIDIO POLÍTICO en el que hay aún mucha tela que cortar, en ese sentido y sobretodo porque me he tomado demasiado espacio quiero incluir tres textos muy cortos con respecto a este juicio:
La defensa de Manuel Piar llevada magistralmente por un oficial que no era su amigo, pero sin duda tenía algún prestigio, quiero plasmar un párrafo que me impresionó sin menoscabar la calidad del contexto total:
“Con franqueza declaro que es para mí un enigma inconcebible el que un hombre pueda ser fiel y traídor a la vez, subordinado e inobediente, pacífico y conspirador, sumiso a la autoridad constituida y sedicioso. Este es el contraste que se observa de la causa seguida con el benemérito General Piar”
Otro es un pequeño parrafito de una carta enviada por Bolívar el 4 de Octubre a varios amigos, donde dice respecto al juicio que se le hace a Piar: “Ojalá que si el Consejo de Guerra aplica la pena mayor y me abra camino para la conmutación” , (el engaño). La pena mayor fue aplicada, Fusilamiento sin degradación, el único que votó con degradación fue precisamente José Antonio Anzoátegui, el 15 fue la sentencia y ese mismo día Bolívar ordenó su ejecución 24 horas después, 5 de la tarde del 16 de octubre de 1817. (ANALES DE GUAYANA - Baltazar Tavera Acosta)
 
 
   
 
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